En sus orígenes, los bancos se dedicaban a la custodia del dinero y al cambio. Actualmente, realizan múltiples funciones que responden a dos grandes líneas: Aceptar depósitos y otorgar préstamos.

Los depósitos son deudas del banco con el público, por las cuales el banco paga un interés. Los préstamos son deudas del público con el banco, por ellos el banco recibe un interés. La diferencia entre ambos constituye la ganancia que les otorga la actividad de intermediarios financieros.

 

Reflexión

“Mientras puedas, ahorra para la vejez y la necesidad porque el Sol de la mañana no dura todo el día”,
Benjamín Franklin (1706 - 1790), político, científico e inventor estadounidense.