LECTORES ÁVIDOS

 

LITERATURA
Julio Torri

El novelista, en mangas de camisa, metió en la máquina de escribir una hoja de papel, la numeró, y se dispuso a relatar un abordaje de piratas. No conocía el mar y sin embargo iba a pintar los mares del sur, turbulentos y misteriosos; no había tratado en su vida más que a empleados sin prestigio romántico y a vecinos pacíficos y oscuros, pero tenía que decir ahora cómo son los piratas; oía gorjear a los jilgueros de su mujer, y poblaba en esos instantes de albatros y grandes aves marinas los cielos sombríos y empavorecedores.

La lucha que sostenía con editores rapaces y con un público indiferente se le antojó el abordaje; la miseria que amenazaba su hogar, el mar bravío. Y al describir las olas en que se mecían cadáveres y mástiles rotos, el mísero escritor pensó en su vida sin triunfo, gobernada por fuerzas sordas y fatales, y a pesar de todo fascinante, mágica, sobrenatural.

 

     

PARTE DE GUERRA
Octavio Javier Bejarano

Hastiado de rascar y rascar sobre el brazo, tomó el hombre una lupa y escudriñó en el punto rojo que se insinuaba en el sitio del escozor. Al acercar su ojo al cristal y el cristal a la epidermis vio, aterrado, el barco alejarse en el hilillo de sangre que corría por el antebrazo. Al intentar detallar más clavando su mirada, un disparo de cañón estalló contra la lente que, al saltar en mil pedazos, sacó de su órbita el ojo del intruso.

 

     

EL CENTAURO INSÓLITO
Jaime Lopera Gutiérrez

Un centauro no tiene validez científica, carece de una descripción definitiva. A medida que progresa nuestro conocimiento de la naturaleza humana y de la anatomía equina, no hay duda que el centauro empieza a ser una cosa impensable, una percepción que se niega a sí misma.

Pero ahí estaba, enfrente mío, con su mirada doliente y obligándome a razonarlo.

 

     

ARCANO
Jaime Alberto Vélez

Sólo al acercarse al patíbulo se supo que aquella mujer, que tenía fama de ser bruja, era tan solo una cándida adolescente. De modo que al observar la belleza de su rostro recién descubierto, todos, dudando de la acusación, quedaron conmovidos por su hermosura y decidieron devolverle su libertad, que así, en tres tribunales distintos, había obtenido como por arte de magia.