Noé Hernández Valentín
Medallista de plata.
Caminata
Sydney 2000
La dura competencia y la descalificación de Bernardo Segura
Desde el inicio de la competencia que se caminó por las calles aledañas al estadio olímpico en un circuito de 20.5 kilómetros, los tres mexicanos, Segura, Hernández y Daniel García, quien a la postre se retrasaría del grupo puntero, caminaban dentro pelotón de vanguardia que integraban 12 de los 48 concursantes.
Bernardo se mantuvo durante varios kilómetros a la cabeza del grupo junto con Korzeniowski, Andreiev y el alemán Andreas Erm y el campeón olímpico, el ecuatoriano Jefferson Pérez, entre otros; no fue sino hasta poco después de la mitad de la competencia cuando Segura, quien portaba el número 2569, fue amonestado por primera vez al igual que sus acompañantes, el alemán y el ruso.
Después del kilómetro 14, el trío de mexicanos marchaban en el grupo puntero, aunque ahora lo encabezaban Korzeniowski y Andreiev. Metros atrás, Hernández apretó el paso para colocarse en la tercera posición, mientras volteaba a ver a Segura. Minutos más tarde, Daniel se había rezagado definitivamente.
A dos kilómetros del final, la lucha entre los cuatro punteros comenzó a ser más férrea por mantenerse al frente, y el primero en darse por vencido fue el ruso que se retrasó varios metros, lo que aprovecharon los dos mexicanos para presionar al polaco, quien poco antes había recibido su segundo aviso, simultáneamente que Hernández, quien portaba el número 2559.
En la bajada hacia el estadio, Korzeniowski perdió el ritmo y fue rebasado por Segura, quien lo dejó en el segundo lugar, con 1:18.59, y Hernández, afianzó su posición en 1:19.03, en tanto que el ruso arribó con 1:19.27.
El sufrimiento y los sacrificios de Noé le entregan resultados
Voluntad, coraje y determinación fueron las claves que llevaron al joven debutante Noé Hernández a la obtención de la medalla olímpica de plata, y a darle a México la octava presea en la disciplina de caminata. "Yo sufrí bastante para llegar al Comité Olímpico Mexicano. No tenía acreditación (para el comedor) y llegaba a las 4 de la mañana, sin comer, a entrenar. Pero siempre me decía que tenía que luchar para llegar a esto y por fin ese sueño se cumplió''.
Hernández piensa que esta medalla es un premio al sacrificio. "Llevo un año sin ver a mi familia. Estuve en Bolivia entrenando la resistencia y la técnica, además de la velocidad'', indicó.
El andarín de 22 años y nacido en Chimalhuacán, estado de México, comentó que nunca se sintió presionado durante la competencia, porque nadie lo daba como favorito, a diferencia de sus compañeros Bernardo Segura y Daniel García. El pensaba en sí mismo, porque el sólo hecho de haber calificado a sus primeros Juegos Olímpicos, "ya era un premio''.
Su gusto por la caminata comenzó hace ocho años por invitación de sus profesores de educación física, una disciplina que en principio le causaba risa al ver a los andarines "menearse de esa forma y me reía de mí mismo cuando comencé'', contó el apodado Chivo, de 1.60 metros de estatura, quien siempre tuvo el apoyo económico de su familia, pues explicó que en México, cuando un atleta apenas comienza no tiene los recursos suficientes que las autoridades y las empresas ofrecen a los deportistas famosos por sus logros.
Durante la entrevista, Noé fue enlazado telefónicamente con su familia y tanta fue su emoción que no pudo evitar el llanto ante las cámaras. "Papi (sollozos)... madre, ya nos fue bien'', decía, mientras que su progenitora le pedía que le diera gracias a Dios por lo que había hecho: "Con esos 5 y 10 pesos que te daba para que te fueras a entrenar, tendrás que reprocharme con justa razón. Ya saliste adelante y tú pusiste la mayor parte de tu esfuerzo''.
La fama
El marchista Noé Hernández Valentín, ganador de medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney, dijo que está muy contento porque su logro deportivo ha contribuido para que su pueblo deje de pensar en otras cosas -la matanza de Chimalhuacán. Asimismo, aseguró que no aceptará ningún cargo público, como ya se lo ofrecieron.
A un día de su llegada a nuestro país y al municipio que lo vio nacer, el ganador de la presea plateada en la caminata de 20 kilómetros pasó parte del día con sus progenitores, su familia y cientos de pequeños que traían puestas playeras de agradecimiento y felicitaciones por la victoria.
Tras infinidad de entrevistas para los medios de comunicación especializados en deportes, Noé Hernández se dijo satisfecho por el logro, el cual consideró ha provocado que los habitantes de esta localidad marginal pasen a un estado de ánimo mejor y ya no piensen por lo ocurrido recientemente.
Decenas de pintas donde se agradece lo que ha traído al municipio la victoria de un vecino de la localidad, arreglo de calles y de alumbrado público han llegado con Noé Hernández, quien una y otra vez se dice feliz por haber alcanzado la meta a través de esfuerzos y gastos económicos que salieron de su bolsa.
Orgulloso de haber nacido en Chimalhuacán y desde su casa con vista panorámica de la parte baja de este municipio y Nezahualcóyotl, el joven de 23 años de edad sostiene que no aceptará ningún cargo público; la única ayuda que aceptará es para sus estudios y para continuar su preparación atlética con miras a las Olimpiadas de Atenas 2004.
Dijo que esa es su única meta. Recordó que sufrió muchas carencias y tuvo que trabajar como albañil y vendedor de unicel para costear su preparación física para los juegos de Sydney, donde obtuvo la medalla de plata.
José Hernández Guillermo, papá del andarín, informó que tras el triunfo de su hijo, la familia ha recibido infinidad de apoyos, incluso les ofrecieron la instalación de una línea telefónica en su casa, "pero no aceptamos para no comprometernos ni comprometer a nuestro hijo". Indicó que la familia no aceptará nada a menos que su hijo lo acuerde, porque de lo contrario "sería como venderlo (a Noé)".
José Luis Ontiveros, vecino del barrio de Xochiaca, recordó cómo Noé se convirtió en uno de los mejores jugadores del equipo de futbol llanero Arsenal, que ganó 11 trofeos, "pero se fue a la caminata y aunque nunca pensamos que llegaría tan alto, pues ahí está el resultado de su esfuerzo y dedicación".
La familia Hernández Valentín no puede dejar a un lado la emoción y brotan las lágrimas de felicidad, como cuando Noé ganó la presea plateada en caminata, o al ser recibido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Ahora, asegura que no perderán el piso y Noé Hernández seguirá siendo el mismo, pero exigieron mayor apoyo deportivo para los pequeños y los jóvenes de este municipio del oriente del estado.
Fuentes:
La Jornada. 22 de septiembre de 2000.
La Jornada. 23 de septiembre de 2000.
La Jornada.4 de octubre de 2000. REGRESAR
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