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Fernando Platas Álvarez
Medallista de plata.
Clavados
Sydney 2000.

De niño, hasta el sol le hacía daño

La Jornada.
27 de septiembre de 2000.
Agencias, Sydney/México, 26 de septiembre

"El gran triunfo es tuyo, es producto de tu disciplina, de tu esfuerzo, de tu dedicación al deporte, de tu conducta como joven. En ti tenemos un estímulo más para los jóvenes mexicanos", le dijo el presidente Ernesto Zedillo a Fernando Platas, durante la felicitación vía telefónica, momentos después de que el clavadista se hiciera del segundo lugar en la prueba de trampolín de 3 metros.

El primer mandatario, comunicado mediante el teléfono de un noticiario de Televisa, a las 5:20 hora de México, indicó que no obstante la reñida competencia, la presea "pudo haber sido de oro, pero tienes toda una trayectoria de esfuerzo, de trabajo tuyo, sobre todo tuyo".

Antes de que se cortara la llamada por fallas técnicas, Platas alcanzó a responder: "Se trata de dar lo mejor como mexicano y hay que agradecerle a usted un poco por todo el apoyo, y esto es para México, para que lo disfrute la gente, lo goce, y aquí estamos".

Posteriormente, durante una gira de trabajo en Zinacantepec, estado de México, el presidente aclaró que no le habló al marchista Noé Hernández para felicitarlo por su medalla de plata, porque temía que "llegara un señor, le mostrara un paletón rojo y lo eliminara. Esperaré a darle un abrazo personalmente y felicitarlo por su triunfo".

Zedillo destacó que las tres medallas olímpicas que ha ganado México se han logrado por atletas mexiquenses; las de la pesista Soraya Jiménez y de Platas, ambos de Naucalpan, y la de Noé, de Chimalhuacán.

Desde la alberca, Platas fue enlazado también con su familia, sus padres, Fernando y Victoria Platas, y su hermana Esperanza con el pequeño Federico, quienes vieron la competencia en su casa de Arboledas, rodeados por un nutrido grupo de vecinos expectantes.

"Mi hijo compitió contra los mejores mostrando una madurez deportiva, producto de años de trabajo. Lo vimos tan seguro, que sabíamos que algo maravilloso iba a pasar. Valió su esfuerzo, su constancia, su disciplina y sus desveladas", dijo su padre, mientras que doña Victoria celebraba con lágrimas la medalla de Fernando, quien les agradecía la vida a sus progenitores. "Mamá, ya desperté del sueño", exclamó un sereno Platas.

"Esto es un gran premio. Nosotros lo vimos sufrir por una lesión en Barcelona, pero todo es un caminar para alcanzar el éxito", comentó doña Victoria, quien recordó que su hijo "de niño fue muy enfermizo; hasta el sol le hacía daño".

La leyenda viviente de los clavados mexicanos, Joaquín Capilla, ganador de cuatro medallas en tres justas veraniegas, consideró que el logro de Platas "es el resultado de su calidad y esfuerzo". Emocionado porque "Fernando trajo nuevamente la alegría a los clavados", comentó que rezó durante la noche para que el clavadista alcanzara un buen resultado.

En Sydney, Jesús Mena, quien celebraba precisamente doce años de haber ganado la medalla de bronce en la plataforma de Seúl 88, se sumó al festejo. "Fernando brinda otra gran alegría al pueblo mexicano; el autocontrol y la regularidad le permitieron ganar una presea muy importante", anotó el también titular de la Comisión Técnica de Clavados.

Según Mena, la medalla es el resultado de un trabajo bien planificado. "Fernando se dedicó de lleno a prepararse para conseguir una medalla, y lo logró".

El titular del COM, Mario Vázquez Raña, reveló su satisfacción por el logro. "Fue una final interesante y sólo por tres centésimas perdió el oro. Al evaluar la actuación de la delegación mexicana la definió como "histórica", y señaló que "todavía falta ver a los demás deportistas; hay esperanzas de que se puedan obtener más medallas".

El jefe de misión, Felipe Muñoz Kapamas, elogió el desempeño del clavadista y aseguró que aunque pudo ser oro, la plata es buena para México. "La estrategia fue exactamente la que tenía que hacer. Al final se tomó la decisión por parte de los jueces porque fue una competencia de intensa lucha".

La medalla se definió en un suspiro

La Jornada.
27 de septiembre de 2000.
Ap, Afp, Reuters y Dpa, Sydney, 26 de septiembre

"La competencia se definió por un suspiro y de eso se trata, para eso son los Juegos Olímpicos... mi sueño siempre fue estar ahí, peleándolo, sacar la casta y sacar la actitud. Nadie más en el mundo anhelaba esa medalla como yo, y ahora que la tengo, no solamente es mía sino también del equipo de clavados y del pueblo de México", afirmó emocionado el subcampeón olímpico, Fernando Platas.

Envuelto con la bandera mexicana y con la medalla colgada en el pecho, el deportista dijo estar satisfecho con su actuación, porque su presea significa "alegría, gozo y responsabilidad", en un deporte que ha dado a su país nueve medallas olímpicas con Joaquín Capilla, Alvaro Gaxiola, Juan Botella, Carlos Girón, Jesús Mena "y este servidor que hoy escribió su historia haciendo honor a mi apellido".

A pesar de haber estado muy cerca del metal dorado, el abanderado nacional consideró que muchas veces así es el deporte y que nadie más que a él le hubiese gustado ganar el oro, pero no quiso arriesgarse presentando una tabla de clavados de alto grado de dificultad como lo hicieron el chino Xiong y el ruso Saoutin, a quienes sólo tuvo palabras de elogio como excelentes y grandes clavadistas.

"Yo opté por la constancia, sabiendo que si mantenía el nivel en todos los saltos tenía condiciones de disputarle a cualquiera. El grado de dificultad de la serie que elegí era un poco bajo y decidimos mi entrenador (Jorge Rueda) y yo no aventar el nuevo clavado (de 3.5), porque la seguridad que tenía era muy grande.

Ahora puedo decir que viví mi sueño", dijo el mexicano, quien con pícara sonrisa dijo que su último clavado fue "una palomita y no me temblaron las piernas ni las manos", suficiente para desbancar al ruso, a quien derrotó por primera vez.

Platas recordó que su medalla llegó exactamente 12 años después de la última presea olímpica que México ganó en clavados, el bronce de Jesús Mena en Seúl 88. "En la mañana (durante las semifinales), le dije a Chucho que era una buena fecha para romper esa espera, y gracias a Dios se logró", asentó el estudiante en administración de empresas, quien recibirá 30 mil dólares y un auto por su triunfo.

Rueda, quien durante 36 años ha formado medallistas olímpicos, expuso que su alumno finalmente logró su objetivo al salir consistente en sus ejecuciones. "Se nos hizo la medalla y aunque al chino (los jueces) le dieron su ayudadita, tuvimos una buena medalla de Platitas", anotó.

Girón, quien acudió a los juegos como comentarista de Televisa, abrazó efusivamente al clavadista y le recordó que fue la venganza de Moscú cuando al ruso le hicieron repetir el clavado final y le quitaron a él la oportunidad de ganar el oro. "Tú sabes de eso", le dijo Carlos. Y Fernando le asintió.

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