Brigadas
Internacionales
En
una de las muestras de solidaridad más importantes de la
historia, hombres y mujeres provenientes de más de 50 países,
llegaron a España para luchar contra el fascismo y defender
la II República. Fueron alrededor de 35,000 voluntarios de
todo el mundo, combatientes que sin ser soldados, arriesgaron su
vida en el frente y ofrecieron su esfuerzo y su corazón.
Eran ingleses, canadienses, palestinos, franceses, checos, argelinos,
egipcios, estadounidenses, irlandeses, lituanos, mexicanos, polacos,
rumanos y rusos; intelectuales, empleados, artistas, escritores,
científicos, estudiantes, obreros, médicos, ingenieros
y políticos, que llegaron para formar 7 brigadas y luchar
junto al Ejército Popular de la República.
Sus
intervenciones fueron directamente en el frente, y aunque la legislación
militar prohibía la participación de mujeres en las
trincheras, éstas actuaron como enfermeras, conductoras e
intérpretes. Asimismo, es notable la colaboración
de médicos y enfermeras, entre los que destacan el Dr. Barsky
y su hospital norteamericano, quien luego sería Jefe de Sanidad
de la XV División de Oskar Goryan, el canadiense Norman Bethune,
quien por primera vez realizó transfusiones de sangre justo
detrás de las primeras líneas del frente.
Cuando
pasen los años y las heridas de la guerra se hayan
restañado,
hablad a vuestros hijos de las Brigadas Internacionales.
Decidles cómo estos hombres lo abandonaron todo y vinieron
aquí y nos dijeron:
estamos aquí porque la causa de España es la
nuestra.
Millares de ellos se quedarán en tierra española.
Podéis iros con orgullo pues sois historia, sois leyenda.
Sois el ejemplo heróico
de la solidaridad y universalidad de la democracia. No os
olvidaremos,
y cuando el olivo de la paz eche de nuevo sus hojas, ¡volved!
La
Pasionaria, en la despedida a las Brigadas Internacionales.
Barcelona, noviembre 1938.
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