Benito
Mussolini
Nació
en Dovia di Predappio, Italia, el 29 de julio de 1883. Hijo de un
herrero, tuvo una formación autodidacta y trabajó
como maestro y periodista. Después de su encarcelamiento
por oposición a la guerra entre Italia y Libia (1911-1912),
fue nombrado director del Avanti, periódico oficial del Partido
Socialista, (al que había ingresado en 1900). Al estallar
en 1914 la Primera Guerra Mundial, denunció el carácter
imperialista del conflicto desde una posición neutralista,
sin embargo, cambió de opinión y reclamó la
intervención de Italia en apoyo de los aliados. Fue expulsado
del Partido Socialista y fundó en octubre de 1914 su propio
diario en Milán, Il Popolo d'Italia, que más
tarde se convertiría en el órgano oficial del Partido
Nacional Fascista.
Terminada
la guerra, fundó los Fascios Italianos de Combate, un movimiento
de carácter nacionalista, antiliberal y antisocialista que
consiguió el apoyo de amplias capas de la sociedad. En un
alarde de oportunismo, abandonó su tendencia republicana
para ganarse la confianza del Ejército y de la monarquía,
y el 29 de octubre de 1922, un día después de que
se realizara la "marcha sobre Roma", el rey Víctor
Manuel III invitó a Mussolini a formar un nuevo gobierno.
En 1926, el Duce (voz italiana que significa "jefe",
y título adoptado por Mussolini) había transformado
el país en un régimen unipartidista y totalitario
basado en el poder del Gran Consejo Fascista, órgano de nueva
creación, que era respaldado por las milicias de seguridad
nacional.
Adoptó
una política exterior agresiva, y en contra de las recomendaciones
de la Sociedad de Naciones, inició la conquista de Etiopía
en 1935, ganándose así la aclamación de casi
todos los sectores de la sociedad italiana. Sin embargo, dicha popularidad
disminuyó debido a: el envío de tropas en apoyo al
general Francisco Franco durante la Guerra Civil española;
la alianza con Alemania, gobernada entonces por el nacionalsocialismo
mediante la formación del Eje Roma-Berlín (1936),
que culminó con el denominado Pacto de Acero entre ambos
estados (1939); y a la promulgación de leyes contra los judíos
y la invasión de Albania (1939).
Mussolini
con Hitler.
Aunque
el ejército italiano no estaba preparado, durante la Segunda
Guerra Mundial, apoyó a Hitler en la invasión de Francia
en junio de 1940. Asimismo luchó contra los británicos
en África, invadió Grecia y se unió a los alemanes
en el reparto de Yugoslavia, la invasión de la Unión
Soviética y la declaración de guerra a Estados Unidos.
No obstante sus tropas tuvieron múltiples derrotas, lo que
ocasionó que el Gran Consejo Fascista destituyera a Mussolini
el 25 de julio de 1943, deteniéndole al día siguiente
y firmando un armisticio con los aliados, que para ese entonces
habían invadido el sur de Italia. Ese mismo año, los
alemanes le rescatan y Mussolini proclama la República Social
Italiana, efímero régimen radicado en Salò
(en el norte italiano).
Durante
los últimos días de la guerra, intentó huir
a Suiza con su amante, Clara Petacci, pero ambos fueron capturados
por miembros de la Resistencia italiana, quienes les fusilaron en
Giulino di Mezzegra, el 28 de abril de 1945, siendo sus cuerpos
expuestos públicamente en las calles de Milán.
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