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(según la intensidad
de su actividad)
Actividad sísmica permanente, aún continúa. Ha tenido
varias etapas de actividad, creciendo con la erosión, formando varios
conos. Ha entrado en erupción 121 veces, la mayoría de ellas han sido
vulcanianas, de la última que se tiene noticias fue en 1990 y la última
actividad ocurrió en julio del 96.
(según su erupción)
Estratovolcán, estromboliano
Templado, temperatura promedio de 25° C
Tiene vegetación escasa, más lejos, bosques de
coníferas
Aves que han anidado en esos bosques
No hay asentamientos humanos cercanos al volcán
La mayoría de la población vive del turismo, carca hay
varios centros de investigación.
Sistema de gobierno monárquico
Es uno de los volcanes más visitados por tener como
caractrística principal que tiene varios conos, se considera como un
volcán de "blindaje".
La Diosa y el Bushi
Cuenta el mito que había un volcán llamado Asama-yama con una boca grande, solitario y triste pero vivía enamorado de Shi-no-kami, los dos descendían de la misma estirpe; ella era muy orgullosa y no se daba cuenta del amor que consumía a Asama-yama.
Una noche en que Shi-no-kami contemplaba al espejo, se le apareció Amaterasu O-mikami y le contó las desdichas de Asama-yama, Shi se sintió muy halagada en su vanidad pero ella tenía un buen corazón y trató de comprenderlo.
A la mañana siguiente, se puso muy hermosa y fue a ver a Asama-yama. Una tarde de verano Shi-no-kami sintió una nueva vida en su interior, era un bebé muy inquieto... pasó un tiempo y la hora del nacimiento había llegado... Asama-yama estaba nervioso y a la vez alegre.
Finalmente había llegado al mundo, le pusieron por nombre Asubi-dake, era un volcancito muy sano de 30 m de altura. Shi siempre lo mantiene cerca, lo alimenta y lo arrulla con sus suaves movimientos. A su padre le gusta jugar con él, y cuando Shi se descuida, le enseña a lanzar escupitajos y pedradas al exterior.
Era un volcán que tenía una boca grande, que la gente habitaba donde había nacido, creían que era la entrada al mundo de los muertos. Una noche en que Shi-no kami se contemplaba al espejo, se le apareció a Amaterasu, O-mi-kami y le contó las desdichas de Asama-yama. Asama-yama lo escuchó y la abrazó y empezó a arrojar chispas, Shi llamó a su padre para que lo desposara. Durante muchos meses la pareja vivió tranquilamente: él se olvido del tabaco y se sentó en su viejo sillón. Una tarde de verano, ella sintió latir una nueva vida en su interior. Era un bebé muy inquieto. Cuando permanecía en reposo, los movimientos en su vientre se acentuaban, por eso prefería caminar todo el tiempo: subía y bajaba la oladera, sintiendo la caricia del viento sobre sí. Tuvieron a su hijo, cuando pasaron los dias se fue calmando. Shi lo alimentó y lo cuidó. Su padre lo malcriaba, le enseñaba a dar escupitazos y pedradas, de vez en cuando se portaba bien.
Cuenta el mito que había un volcán llamado Asama-yama con una boca grande, solitario y triste pero vivía enamorado de Shi-no-kami, los dos descendían de la misma estirpe; ella era muy orgullosa y no se daba cuenta del amor que consumía a Asama-yama.
Una noche en que Shi-no-kami contemplaba al espejo, se le apareció Amaterasu O-mikami y le contó las desdichas de Asama-yama, Shi se sintió muy halagada en su vanidad pero ella tenía un buen corazón y trató de comprenderlo.
A la mañana siguiente, se puso muy hermosa y fue a ver a Asama-yama. Una tarde de verano Shi-no-kami sintió una nueva vida en su interior, era un bebé muy inquieto... pasó un tiempo y la hora del nacimiento había llegado... Asama-yama estaba nervioso y a la vez alegre.
Finalmente había llegado al mundo, le pusieron por nombre Asubi-dake, era un volcancito muy sano de 30 m de altura. Shi siempre lo mantiene cerca, lo alimenta y lo arrulla con sus suaves movimientos. A su padre le gusta jugar con él, y cuando Shi se descuida, le enseña a lanzar escupitajos y pedradas al exterior.
Era un volcán que tenía una boca grande, que la gente habitaba donde había nacido, creían que era la entrada al mundo de los muertos. Una noche en que Shi-no kami se contemplaba al espejo, se le apareció a Amaterasu, O-mi-kami y le contó las desdichas de Asama-yama. Asama-yama lo escuchó y la abrazó y empezó a arrojar chispas, Shi llamó a su padre para que lo desposara. Durante muchos meses la pareja vivió tranquilamente: él se olvido del tabaco y se sentó en su viejo sillón. Una tarde de verano, ella sintió latir una nueva vida en su interior. Era un bebé muy inquieto. Cuando permanecía en reposo, los movimientos en su vientre se acentuaban, por eso prefería caminar todo el tiempo: subía y bajaba la oladera, sintiendo la caricia del viento sobre sí. Tuvieron a su hijo, cuando pasaron los dias se fue calmando. Shi lo alimentó y lo cuidó. Su padre lo malcriaba, le enseñaba a dar escupitazos y pedradas, de vez en cuando se portaba bien.
Las direcciones electrónicas sugeridas en el manual, Cd
Encarta, consulta en la embajada japonesa, furichan@hotmail.com
Hicimos una maqueta con las características que decía
la bibliografía.
Usamos plastilina, papel cascarón, cartulina, vinagre,
bicarbonato y colorante, luego hicimos el volcán con la plastilina; ya que
le dimos forma, le echamos el vinagre junto con el bicarbonato y el
colorante, luego vimos como el volcán hacía erupción. Lo hicimos de papel
maché y cartulina.