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Inactivo |
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Los
grandes volcanes del centro de México, como la Malinche, comenzaron
a formarse a mediados del periodo terciario, hace unos 35 millones de
años. Han tenido a lo largo del tiempo, varias erupciones que los
han hecho crecer y elevarse. Algunas erupciones de la Malinche fueron
inofensivas: el volcán dejaba salir lava que escurría suavemente
por sus faldas la que, al enfriarse, se transformó en mesetas y
pedregales de rocas negras llamadas basaltos. Otras erupciones fueron
más ruidosas y violentas: Malinche arrojaba por los aires trozos
de roca, cantidades enormes de polvo y arena volcánica mezclados
con trozos de obsidiana que caían en sus faldas o eran alejadas
por el viento hasta los llanos. |
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Estratovolcano;
el volcán tiene forma de cono con extensas laderas. |
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Los mexicanos a veces se enojan porque dicen que la traición de la Malinche marcó a fuego la historia del país, pero según afirman los documentos citados por el historiador Agustín Remesal en su libro Un banquete con los dioses, aquella cortesana de Tlatelolco y sus cocineras estuvieran entre los primeros a la hora de entablar relaciones públicas con Hernán Cortés y sus capitanes. Los hechos fueron dramáticos porque la Malinche, mujer hermosa y con buenos contactos en el poder azteca, cayó perdidamente enamorada de Cortés y cedió al invasor secretos militares y políticos para facilitarle la guerra de conquista. Además lo proveyó de cocineras diestras en la utilización del maíz, el chocolate -el jarabe más preciado por nobles y poderosos-, las especias y los aguacates (paltas). Hernán Cortés pudo con Moctezuma y su ejército, pero las cocineras de la Malinche pudieron con su paladar: lo embriagaron con los dulzores del cacao. En su notable ensayo Focus on the ethnic cuisine: México, Elaine Sosa cuenta que la dieta básica de los antiguos mexicanos estaba compuesta por maíz, frijoles -nosotros les decimos porotos-, papas dulces, cactos, aguacates, cocos, piñas, papayas, carnes de caza y pescados, y que sus especias preferidas eran el cilantro, el tomillo, el comino y la mejorana. Sobre todos esos ingredientes reinaba el emperador picante llamado chili, en sus numerosas variedades. Leyenda del Volcán La Malinche Hace muchos, muchos años, existía una doncella Tlaxcalteca de nombre Matlalcuéyetl, la cual era prometida del guerrero Cuatlapanga. En cierta ocasión el guerrero partió a tierras lejanas en cumplimiento de una misión y al transcurrir el tiempo Matlalcuéyetl se sentía triste al pensar en su amado en las batallas; así transcurrió el tiempo y su amado no llegaba, después de mucho esperar murió de tristeza. Al terminar la misión encomendada Cuatlapanga llegó a buscarla, pero recibió la noticia que su amada había fallecido de tristeza y fue a llorar a los pies de su tumba y ahí quedo el guerrero convertido en cerro que lleva su nombre y Matlacuéyetl en el volcán. Matlalcuéyetl es el nombre que los indígenas Tlaxcaltecas daban al volcán pero, a la llegada de los españoles y en honor de una doncella que fue intérprete de los mismos de nombre Malintzin empezaron a nombrarlo así. La palabra Malinche resultó del modismo español de Malintzin. |
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Biblioteca Altea,
Video Volcanes |
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