Nombre del volcán:
Cerro de la Estrella Huizachtépetl
Cerro de los Huizaches)


Fase de actividad (según la intensidad de su actividad)

Apagado, porque es monogenético, es decir, que nace y muere.

Fecha de erupción

Con el nacimiento del Eje o Cordillera Neovolcánica.


Tipo de volcán (según su erupción)


El Cerro de la Estrella es un volcán de tipo monogenético, es decir que sólo erupciona una vez.

Su tipo de erupción es vulcaniana, pues la explosividad va de moderada a violenta, con emisiones de fragmentos sólidos o semisólidos de lava juvenil, bloques líticos, ceniza y pómez. La lava se encuentra solidificada en capas; produce conos de ceniza de bloques o combinaciones.

Las burbujas producidas por la erupción se colapsaron por gravedad, dando lugar a las cuevas que hoy conocemos; en éstas, se ha formado la salinidad generada por las sales minerales del agua filtradas a través de las fracturas de las rocas.


País y ciudad

México, Distrito Federal, Delegación Iztapalapa.


Altura

2,613 metros sobre el nivel del mar.

Clima/Temperatura


Templado y húmedo. 15° C.

En tiempos de frío por el encierro de los árboles se produce un clima de bajas temperaturas y en tiempos de calor se siente muy caluroso.

Flora


Sembradíos de maíz, pasto, eucalipto, pirul, encino, pinos, girasoles pequeños y campanilla.

Por su altura, el cerro debió ser un lugar de pino y encino; pero los mexicas, primeros pobladores de esta zona, degradaron el ambiente con una tala inmoderada porque requerían exceso de madera para calentar las rocas utilizadas en sus baños de temazcal.

Actualmente, podemos observar que debido a los nuevos programas de reforestación, se han plantado otros tipos de árboles y plantas.

Fauna


Serpientes, murciélagos, tuzas, algunos otros roedores y fauna doméstica.

Población


Las cuevas del Cerro de la Estrella están pobladas por gente que las utiliza para pernoctar en ellas.

Los asentamientos humanos avanzan a tal velocidad, que los avisos restrictivos de construcciones son ignorados; un ejemplo de ello es el siguiente letrero: "ESTRICTAMENTE PROHIBIDO CONSTRUIR EN ESTA ZONA", detrás de éste, hay construcción.

La población está creciendo y esto hace que invadan gran parte del cerro, construyendo viviendas, fábricas, parques deportivos, escuelas, un sistema de bombeo de agua y hasta un panteón, dentro del cual la gente tira basura y cascajo.

Durante la Semana Santa, el Cerro de la Estrella es uno de los principales foros de concentración humana, pues atrae a cientos de fieles para presenciar la representación de la Pasión de Cristo.

Otra actividad social de trascendental importancia para la atracción de población flotante es la realización de la Ceremonia del Fuego Nuevo que se celebra año con año para mantener la tradición que viene desde nuestros ancestros mexicas.

También la gente asiste por la curiosidad de conocer la Cueva del Diablo y/o para contemplar una panorámica de nuestra ciudad que se ve casi toda desde lo más alto del lugar.

Dentro de la zona del Cerro de la Estrella encontramos:

El Museo del fuego Nuevo

El Panteón San Nicolás Tolentino

El club deportivo "El Dorado"

La Secundaria Diurna No 86 República de Venezuela

La Primaria Villa Estrella

El Centro de Maestros Villa Estrella

Si así lo deseamos (y si los vigilantes lo permiten), en lugar de caminar, podremos llegar a la cumbre del cerro por un camino pavimentado de aproximadamente siete kilómetros de longitud.

Características Económicas


Industrial, habitacional y turísticas

Políticas

Las inmediaciones del Cerro de la Estrella, están regidas por el delegado político de Iztapalapa.

Sociales


El Cerro de la Estrella fue designado Parque Nacional en 1938 por el entonces Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas del Río.

Entre sus atractivos prehispánicos ubicados a lo largo de la carretera escénica encontramos las cien cuevas, los petroglifos y la pirámide del cerro de la estrella.

Actualmente mantiene mesas, juegos, un deportivo y un mirador, en los cuales, podemos observar a niños, jóvenes, adultos y ancianos haciendo diferentes tipos de deportes como son: caminata, trote, ciclismo y fisicoculturismo.


Actividades de cultura y tradición


El Cerro de la Estrella posee una gran cantidad de actividades culturales entre las que se cuentan

  • La Visita al Museo del Fuego Nuevo
  • La Ceremonia del Fuego Nuevo
  • El Vía Crucis y
  • La Visita al Santuario del Señor de la Cuevita

Museo del Fuego Nuevo

El Museo del Fuego Nuevo se diseñó en forma piramidal ya que representa el lugar donde era sacrificado el guerrero tomado como prisionero de guerra para ser ofrendado a Huitzilopochtli.

En la parte frontal del edificio se encuentra una estructura que representa un par de manos frotando el Mamahuastli, instrumento esencial para encender el fuego nuevo.

En los costados del museo se encuentran algunos grabados de influencia oaxaqueña, en los cuales están representados los ojos del dios Tláloc.

En el vestíbulo podemos apreciar un mural, el cual fue pintado por Sergio Jaubert, este mural presenta el encendido del Fuego Nuevo con los ocho sacerdotes alrededor del momochtli y arriba la constelación de las cabrillas. A la izquierda una mujer embarazada colocándose una mascara de maguey, porque según una creencia, se decía que sino se la ponía se convertiría en bestia. Muy cerca, se aprecia un cadáver, del cual sale la raíz del maíz; esto significa que el morir es iniciar una nueva vida.

En el interior del museo, podemos apreciar en los códices la representación de algunas actividades cotidianas de los antepasados; cabe hacer la aclaración de que los códices no son auténticos, porque algunos de los códices auténticos, se encuentran en museos o colecciones privadas de todo el mundo, y otros, han sido resguardados, aquí, en nuestro país, bajo estrictas normas de seguridad para impedir que los sigan sustrayendo personas sin escrúpulos que los vendan a los coleccionistas extranjeros.

En el museo también existen algunos vestigios de cerámicas como trastos y juguetes, los cuales fueron fabricados antes de la llegada de los españoles, éstos cuentan con un gran valor artesanal; los fabricados después, tuvieron deficiencia en su calidad.

En el techo del museo puede observarse un calendario con dibujos de: maíz que significa la época de fertilidad de la tierra; el conejo, significa el tiempo de caza; el pedernal, significa el tiempo de lluvia y el teocalli, la vivienda; en el centro de este calendario se localiza un sol que significa el tiempo de caza.

En la parte exterior del museo se encuentran los petroglifos (grabado en piedra), éstos fueron esculpidos por los antiguos habitantes del lugar, en ellos representan algunas figuras de rostros, así como también calaveras y diversos dibujos.

Ceremonia del Fuego Nuevo

Antes de realizar la ceremonia del Fuego Nuevo se Llevan a cabo una serie de danzas como la de los "Viejitos", y la "Danza entre zancos".

La ceremonia del Fuego Nuevo es un rito que se lleva a cabo en la cúspide del cerro de la Estrella a donde suben más de 60 danzantes para realizarla. A ella generalmente asiste el delegado de Iztapalapa, pero este año, también asistió la Jefa de Gobierno.

Esta ceremonia se realiza dos veces: una, realizada en la parte superior del cerro, para purificar a las autoridades asistentes y otra, realizada dentro del museo para el público asistente.

Cuando termina la primera Ceremonia de Purificación, el Fuego Nuevo es bajado a trote por los danzantes hasta el museo para realizar la ceremonia en honor a la multitud que asiste a presenciar el acontecimiento.

Terminada la segunda ceremonia, haciendo alusión a los mensajeros prehispánicos, el Fuego Nuevo es llevado por corredores de relevos que se van turnando hasta llegar al Zócalo Capitalino.

El FUEGO NUEVO significa el inicio de una nueva vida, para la cual, todas las personas se deshacen de sus objetos y ropajes.

El Fuego Nuevo debiera encenderse cada 52 años, cuando la constelación nombrada las cabrillas llega al punto medio del universo; sin embargo, en la actualidad, se lleva a cabo cada vez que un suceso importante está por acontecer, como lo ha sido la celebración del fin del milenio.

Para encender el Fuego Nuevo, son necesarios 4 rollos de 52 varas cada uno; cada rollo representa uno de los 4 puntos cardinales es decir norte, sur, este y oeste.

El Vía Crucis

El Vía crucis lleva más de 157 años de representación. Las representaciones inician como consecuencia de que en el año de 1800 el pueblo se infecta de la peste; entonces el pueblo le pide a Dios, por medio de la representación en vivo de la Crucifixión de Cristo que le quite ese mal.

En la actualidad, el Vía crucis se inicia con una peregrinación que parte de la explanada del parque Cuitláhuac; hace un recorrido por los ocho barrios y luego prosigue por la avenida Ermita Iztapalapa hasta llegar al cerro, en donde la procesión recorre el camino pavimentado de siete kilómetros hasta la cúspide. En dicha procesión los denominados nazarenos avanzan a los lados y por el centro del contingente avanzan los personajes de Jesús.

Durante la celebración, que dura toda la Semana Santa, se sigue el orden exacto de la Pasión vivida por Cristo hace dos mil años.

Leyenda

LA CUEVITA
A juzgar por una tradición oral, hacia 1687 unos señores de la villa oaxaqueña de Etla trajeron a restaurar a la Ciudad de México la imagen del Cristo muerto que se veneraba en su localidad. Al cabo de una de sus jornadas, debido al cansancio extremo, no pudieron avanzar más y tuvieron que pasar la noche al pie del Cerro de la Estrella. Durmieron con el sueño pesado que sólo puede dar el cansancio y al despertar, con sorpresa y horror descubrieron que la imagen, motivo de su largo caminar, había desaparecido.Tras minuciosa búsqueda, la hallaron inamoviblemente instalada en una cueva de la montaña, de donde ya no pudieron moverla por más esfuerzos que hicieron; este acto fue considerado como una prueba de que el Señor deseaba permanecer ahí.Los vecinos de Iztapalapa acogieron la imagen como su patrona y le edificaron una ermita.En 1833, en ocasión de una grave epidemia de cólera morbus, invocaron a la protección de la Cuevita nombre que el pueblo dio a esa imagen, y al cesar la peste le erigieron en agradecimiento un santuario que fue terminado en 1875 y que es el que actualmente conocemos.
LAS MANCHAS DEL OCELOTL (Tigre )
LEYENDA MEXICA
En tiempos en el que el hombre no había osado marcar la huella de su pie sobre la pródiga tierra, Cuando todo era un paraíso en que animales y plantas vivían felices; aquí, en las tierras de Iztapalapa (sobre las lajas), había en el Cerro de Huitzachtlán (abundancia de huizaches) -Cerro de la Estrella-, un hermoso ocelote. El ocelote o tigre de aquel entonces, tenía la piel color de sol, sin una mancha; piel suave y fina como plumón de polluelo; además, el ocelote no era feroz; su mirada era apacible y su alimento consistía solamente en frutos y raíces.En verdad que era hermoso ese animal, con los ojos relucientes como ascuas, paseando su majestad por entre las peñas y constituyéndose en el príncipe y señor de los animales.Cuando por las noches apagaba su sed en el rumoroso riachuelo, o en el agua de la laguna, al mirarse retratado, hermoso y pujante en el espejo límpido, se consideraba feliz.No pocas veces en su mansedumbre se tendía bajo los árboles, recreándose ante el esplendor del lago que parecía una lágrima de los cielos, o se asombraba de los rumores del bosque; y todo porque aquel ocelote era un soñador, que no sólo admiraba el encanto de la naturaleza pródiga y virgen, sino que también disfrutaba por las noches del gran placer de sentarse sobre sus patas traseras, abismándose horas y horas en la contemplación del cielo.Tal vez por su condición de soñador conocía a todos los habitantes del mundo azul. Así, amaba intensamente a la Señora Meztli – Luna -, a la Citlapul – Estrella Venus -, a la Citlapoca –Estrella Humeante -.Nadie como él, sabía distinguir a Manal Huiztli – El Perforador del Fuego –(Orión); a la Tianquizlli – Mercado (Siete Cabritillas).También sabía distinguir al Xonecuilli – zigzag de Estrellas –(Can Mayor); a la Nauhxihuitl – (Cruz del Sur); a la Ixtbapapalotl – Blanca Mariposa –(la Osa Mayor) y a Tezcaltlipoca – Espejo que Humea –(Osa Menor).Una noche, en la que quietamente se extasiaba ante la belleza del cielo, descubrió un objeto desconocido que le sorprendió: una bella estrella que lucía una cauda brillante y larga, y que nunca antes había cruzado el cielo que él tan bien conocía.El ocelote por varias noches la observó; allí estaba ella, la intrusa, osando pisar con altivez los caminos azules, luciendo un porte que parecía de gran señora.Al ocelote no dejó de molestarle tal actitud. El sólo conocía a una gran señora, la señora del cielo llamada Meztli, y aquella estrella desconocida osaba querer opacar la belleza de la reina del cielo, a pesar de que era fatua y orgullosa y carecía de la bondad y hermosura de la señora Luna.Una noche en que sorprendió a la intrusa peinando su larga cabellera, escuchó la voz de Citlalpul quien le dijo:- Hermano, a ti que entiendes nuestro lenguaje, quiero decirte que no te asombres de que la intrusa esté muy a gusto en nuestro mundo; es una orgullosa y coqueta forastera que no tardará en alejarse de nuestro reino.No obstante las explicaciones de Citlalpul, el tigre creyó su deber aborrecer a la intrusa, por lo que una noche alzando la cabeza hacia el cielo para mirar bien a la forastera le gritó:- Escucha, intrusa, quiero que sepas que yo amo a la Señora Meztli y admiro a todas sus hijas, las Citán. Quiero que sepas que desde que nací las he visto clavetear de luz el manto azul del cielo; dime, ¿tú qué haces allí?La Citlaltipoca detuvo su paso sideral, y terriblemente molesta le respondió:- Dime ¿quién eres tú para hablarme así? Privilegio de los dioses es contemplar mi hermosura. Y escucha bien, insignificante morador de los montes, no oses volverme a dirigir la palabra.Furioso, le respondió el tigre:- La Señora Luna y sus hijas las estrellas son mis amigas, y todas las noches ellas conversan conmigo a pesar de mi insignificancia. Y quiero que sepas, que porque las amo mucho todas las noches les ofrendo mi admiración. Por ese amor que les tengo te pido, te exijo, abandones su morada dejando de pasear tu vanidad por los campos que sólo le pertenecen a la Señora Meztli.- Pues debes saber, pobre ocelote, que así como soy hermosa, también soy maléfica. Mi aparición en el cielo pronostica la muerte de un príncipe, de un rey o de un guerrero. Y como si eso fuera poco, soy también mensajera del hambre y la guerra. Por eso debes de darme tu respeto.El ocelotl, impávido, oyó lo que aseguraba la estrella humeante, y molesto por su maléfica presencia, sin importarle ser víctima de tan perversa estrella, le gritó:- ¡ Jamás te adoraré! Tú no eres la Señora del Cielo. Tú sólo eres una perversa intrusa.Y dándole la espalda se dirigió a su cueva.El cometa parpadeó colérico, y sin pensarlo mucho arrojó las saetas de luz de su cauda sobre el tigre al tiempo que exclamaba:- ¡ Insensato! Yo soy Citlamina, la estrella que tira saetas.Un rugido de dolor se escuchó en el Cerro de la Estrella – Cerro de Huitzachtlán-, y la piel tersa y suave, sin una mancha, color de sol, del ocelote quedó quemada en diversas partes.Desde entonces el tigre tiene manchada de negro su piel.
LA CUEVA DEL DIABLO
Cuenta la historia que en lo alto del Cerro de la Estrella existe una cueva donde vive el Diablo.Cuando una persona iba caminando sola por el cerro, se le aparecía un viejito, el cual era el diablo, este viejito, pedía al caminante que le ayudara a subir, y se dirigía hacia la cueva; cuando se iban acercando a la cueva el anciano hacía al acompañante, proposiciones de riqueza inagotable a cambio de su alma.Al llegar a la cueva, la insistencia se volvía seductora, casi imposible de ser rechazada. Algunos incautos, crédulos o codiciosos, se atrevían a entrar. Cuentan que dentro de la cueva, había un gran lago de maravillosas aguas azules donde nadaban y se bañaban unos patos majestuosos, los cuales comían, chilacaxtle que había en abundancia. Después del lago, al fondo de la cueva, se podían ver unas ollas de barro repletas de monedas de orola luz que emitían las monedas fulguraba en la caverna y despertaba la codicia del más honesto de los hombres; tales monedas eran ofrecidas por el anciano a su presa...Los incautos visitantes que llegaban a tomar una sola moneda, se quedaban encantados dentro de la cueva pues habían vendido su alma al diablo y éste cobraba implacable su deuda; en cambio, si rechazaban el dinero, podían encontrar la salida de la cueva salvándose así, de los engaños del diablo.Yo no podría afirmar todo esto porque no lo he visto, pues me he cuidado mucho de no encontrarme con el viejecillo. Todo lo sé porque lo platicaban mis abuelos y lo cierto es que durante años y años, se han perdido dentro de esa cueva muchas, muchas personas, especialmente niños, de los que nadie ha vuelto a saber nada.Historia narrada por la señora María Guadalupe Jiménez de Serrano. Vecina oriunda de Iztapalapa.
CERRO DE LA ESTRELLA
Octavio Paz
Aquí los antiguos recibían el fuego
Aquí el fuego creaba al mundo
Al mediodía las piedras se abren como frutos
El agua abre los párpados
La luz resbala por la piel del día
ota inmensa donde el tiempo se refleja y sacia.
A la española el día entra pisando fuerte
Un rumor de hojas y pájaros avanza
Un presentimiento de mar o mujeres
El día zumba en mi frente como una idea fija
En la frente del mundo zumba tenaz el día
La luz corre por todas partes
Canta por las terrazas
Hace bailar las casas
Bajo las manos frescas de la yedra ligera
El muro se despierta y levanta sus torres
Y las piedras dejan caer sus vestiduras
Y el agua se desnuda y salta de su lecho
Más desnuda que el agua
Y la luz se desnuda y se mira en el agua
Más desnuda que un astro
Y el pan se abre y el vino se derrama
Y el día se derrama sobre el agua tendida
Ver oír tocar oler gustar pensar
Labios o tierra o viento entre veleros
Sabor del día que se desliza como música
Rumor de luz que lleva de la mano a una muchacha
Y la deja desnuda en el centro del día
Nadie sabe su nombre ni a qué vino
Como un poco de agua se tiende a mi costado
El sol se para un instante por mirarla
La luz se pierde entre sus piernas
La rodean mis miradas como agua
Y ella se baña en ellas más desnuda que el agua
Como la luz no tiene nombre propio
Como la luz cambia de forma con el día.
Poesía del Libro "Semillas para un Himno" (1954 )

Bibliografía y/o fuentes de información

Monografía del Distrito Federal editada por el Departamento del Distrito Federal.

Revista del CENAPRED, VOLCANES.

Investigación de campo, visitas al cerro y entrevistas a personas mayores nacidas en Iztapalapa.

Semillas para un Himno, Octavio Paz, 1954.


Otoño 99


Esc. Sec. 305 Emilio Rosenblueth
Profa: Reyna del Carmen Sánchez
Profr: Manuel Francisco Serrano
Profesor que dirigió la investigación
Manuel Francisco Serrano Jiménez
Alumnos del grupo 2° E
Correo:
recsag@hotmail.com

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