Etapa 3. Frida y sus dilemas

“…lo único de bueno que tengo es que ya voy empezando a acostumbrarme a sufrir”.



Actividad 1. Análisis de autorretratos

La vida de Frida Kahlo no fue fácil. Las operaciones y el dolor físico y emocional fueron constantes a lo largo de su existencia. Aun así sus acciones y su obra demuestran que fue una mujer muy fuerte y que sus creaciones le sirvieron para enfrentar situaciones difíciles y salir airosa. A lo largo del tiempo tuvo que tomar importantes decisiones que a menudo plasmaba en su obra.

En esta etapa vamos a observar y comentar dos autorretratos de Frida en los que encontramos a una mujer que tiene que elegir entre la debilidad y la fortaleza, y seguramente nos vamos a sorprender de la valentía con que enfrentó los problemas. Además investigaremos sobre un movimiento que, aunque Frida negó ser partícipe, se relaciona con sus obras: el Surrealismo.

Muy probablemente el cuadro más difundido y comentado de esta artista, tanto por especialistas como por público en general, es el llamado “Las dos Fridas” de 1939. De entrada, la sangre, las tijeras, las sondas y los corazones al descubierto de las dos imágenes (casi idénticas) que la representan, parecen aludir a una especie de cirugía cardiaca y los elementos del cuadro nos impactan.

Cuando nos explican que ella pintó este cuadro en el momento en que se divorció de Diego (aunque poco tiempo después se casó nuevamente con él) entendemos entonces que hay un dolor también emocional en ese corazón y lo que vemos son dos imágenes que representan la impotencia y la elección de la artista; de la Frida que ella quiere ser. Así, del lado izquierdo vemos a una Frida vestida como de novia, débil y muy lastimad; y del lado derecho, nos muestra a la Frida que ella elige ser: fuerte, sin sangre, sin bordados, sin compasión, una mujer adolorida que se fortalece por lo que ha tenido que enfrentar, vestida de tehuana y que lleva en la mano izquierda un camafeo con la fotografía original que le había sido tomada a Diego a los cuatro años en Guanajuato. Estamos ante una situación de separación y dolor; y Frida, lejos de compasión, elige ser fuerte, asumir el dolor y llevar consigo para siempre a Diego (aunque en ese momento pareciera que él no la quería).

El siguiente autorretrato se titula “Pensando en la muerte” pintado en 1943. En él vemos a una Frida fuerte y altiva, vestida con traje típico y rodeada de la naturaleza verde a la que tanto amó. En la frente, arriba de las cejas, a manera de medallón se pinta con la muerte; más que angustia hay serenidad y aceptación; y si bien, todos los seres nos cuestionamos alguna vez el porqué de la muerte, en este cuadro apreciamos que Frida la asume con fortaleza, con arte y en el contexto en el que siempre le ha gustado vivir: la mexicanidad.

En las obras anteriores nos damos cuenta de que el arte fue para ella un modo de expresar y comunicar sus sentimientos, tristezas, alegrías, amores y decepciones, además de plasmar el dolor y sufrimiento que le provocaban sus enfermedades.

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