HAY MUCHAS MÁS
cosas en el universo de lo que salta a la vista: luz invisible, sonidos que no se oyen, mundos microscópicos en un grano de arena, campos magnéticos y eléctricos, átomos… Por eso los científicos tienen que ser muy cuidadosos en la observación. El que no ve maravillas en las cosas más cotidianas no puede ser científico.

 

 

Los artistas también son avezados observadores. Durante mucho tiempo los pintores se dedicaron a plasmar en sus cuadros escenas realistas que podrían haber sido fotografías. Se afanaban en representar el cuerpo humano con todo detalle. Ponían atención a los pliegues de las telas y al juego de luz y oscuridad, cuidando que las sombras estuvieran en su lugar. Los escritores usaban detalles que a otros se les hubieran escapado para describir las situaciones en que se encontraban sus personajes. Los compositores a veces trasladaban sus impresiones de la naturaleza al mundo de los sonidos musicales.

 

 

Leonardo da Vinci, el más famoso de los artistas-científicos, daba mucha importancia a la observación y decía que era indispensable “saber ver”.

 

 

 

Pero ¡cuidado!: la vista (y los otros sentidos) puede engañarnos…



MOVIMIENTO IMPOSIBLE Fija la mirada en el punto central y mueve la cabeza adelante y atrás. ¿Ves movimiento? Si estás con amigos, pregúntales si alguien no ve el efecto. La percepción visual es una colaboración entre los ojos y el cerebro.



¿CUÁL DE ESTAS
líneas es más larga? ¿Estás seguro? Verifica tu respuesta usando una regla.


Nuestros sentidos no son herramientas de percepción perfectas. Los ojos son sensibles únicamente a una gama muy pequeña de ondas electromagnéticas. Los oídos sólo perciben vibraciones de entre 20 y 20,000 ciclos por segundo. Todos los órganos de los sentidos tienen limitaciones. Por si fuera poco, el cerebro –el intérprete de lo que nos llega por los sentidos—no es totalmente confiable: como muestran las imágenes anteriores, es fácil engañarlo.





LOS OJOS PERCIBEN sólo radiación de una región muy angosta del espectro electromagnético. A las ondas electromagnéticas que podemos percibir con la vista las llamamos “luz visible”. ¡Hay mucha más “luz” invisible que visible!

 

Quizá una diferencia entre observadores científicos y observadores artísticos sea que los primeros tratan de neutralizar los engaños de los sentidos mientras los segundos los usan activamente en sus creaciones.





LOS PINTORES DEL Renacimiento inventaron el truco de la perspectiva para engañar a los sentidos:
percibimos profundidad en un cuadro aunque sabemos que es plano.

 

LA ESCUELA de Atenas de Rafael


 

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