OBSERVAR, INTERPRETAR, completar información…
¿Por qué todos podemos hacer estas cosas sin haberlas
aprendido?
Una
posibilidad es que estas habilidades hayan quedado “preprogramadas”
en el cerebro por haber sido útiles a nuestros antepasados remotos.
¿Para qué podrían ser útiles? Los dones
de observación e interpretación que tenemos los humanos
(aunque muchos animales tampoco lo hacen mal) nos sirven para prever
o anticipar.
En
el ambiente hostil en que vivían los primeros humanos, prever
el comportamiento del entorno (desde los depredadores hasta las lluvias
y las estaciones) servía para tener mayores probabilidades de
sobrevivir. El que por casualidad nacía con el cerebro equipado
para saber cómo escapar del tigre dientes de sable y cómo
acorralar a un mamut tenía mejores perspectivas de vivir el tiempo
suficiente para reproducirse. Sus descendientes heredaron estas capacidades
y a su vez fueron más aptos que otros miembros de la especie
que no las tenían. Al final sólo quedaron humanos dotados
de la capacidad de observar y prever por medio de la detección
de patrones y regularidades.
Nuestros
cerebros y su peculiar funcionamiento
son legado de la evolución
de nuestra especie
Algunos
juegos hacen uso intenso de las habilidades del cerebro, sobre todo
de su capacidad de anticipación:
• En los establecimientos de juegos para adolescentes hay máquinas
de bailar. Tienen dos plataformas con cinco tapetes para pisar bailando.
En la pantalla de la máquina van apareciendo flechas que dicen
qué tapete pisar siguiendo el ritmo de la música. ¿Te
has puesto a pensar en todas las operaciones que tiene que hacer tu
cerebro para que bailes sin perder el paso?
• El simple juego de saltar la cuerda (cuando dos personas la
hacen girar y otra salta).
• Los juegos con pelotas exigen un conocimiento intuitivo de la
física del movimiento de proyectiles (¿cómo sabes
qué impulso darle a la pelota para anotar un gol o un tanto en
volibol, por ejemplo?)¿En
qué otras actividades entra en juego la capacidad de prever?