TRIÁNGULO FANTASMAL En esta foto NO hay un triángulo. La organización de estos círculos engaña al cerebro. El cerebro completa la información que falta y nos hace ver un triángulo que no existe. ¿Notas que hasta se ve un tono de blanco distinto dentro del triángulo que fuera?


AQUÍ NO HAY UNA ESFERA ¿Por qué vemos una esfera?




AL BUEN ENTENDEDOR pocas palabras, dice el refrán. Pero no sólo entendemos con palabras: también nos dan información las imágenes, los gestos, los silencios, los olores, el ruido; en general, todo lo que nos llega por los sentidos. La información no tiene que estar completa para que el cerebro integre una visión lógica de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Todos somos buenos entendedores porque el cerebro humano puede rellenar los huecos en la información que recibe. O, como se dice a veces, “leer entre líneas”.

Los científicos usan esta capacidad del cerebro para construir hipótesis. Ante un fenómeno nuevo, y con poca información, pueden proponer varias explicaciones posibles, que luego se prueban por medio de la observación y la experimentación. Si no pudiéramos leer entre líneas, no avanzaríamos nada con la escasa información que dan los experimentos.

Los artistas también aprovechan la capacidad de completar información dejando a la imaginación del público una buena parte de la interpretación de su obra. A los escritores, por ejemplo, se les recomienda usar lo que se conoce como estilo indirecto. En vez de decir “Ana Mijailovna estaba enamorada de Serguéi Dimitrievich” es mejor sólo darlo a entender escribiendo: “Ana Mijailovna no dejaba de suspirar cada vez que volvía la vista hacia la puerta por la que había salido Serguéi Dimitrievich”. El público adquiere un papel activo en la apreciación de la obra de arte porque tiene que usar la imaginación para entenderla