“Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”.
-J. Cortázar.
Hombre reservado, taciturno, introvertido en extremo, tímido, recatado, muy fino, elegante en sus maneras, amable; exiliado, polemista efervescente, reaccionario, conversador político-social, latinoamericanista. De espíritu lúdico, juguetón, amistoso con la juventud, jovial por excelencia.
Quién, si no Julio Florencio, nos rescataría de la seriedad con tanta seriedad y desparpajo como él tuvo en sí mismo. Su ausencia, con distintos pasajes que eternalizaron su existencia, nos han permitido descubrir a un Cortázar niño, adolescente, joven, pareja, escritor y viajero.
En Red Escolar se diseñaron dos sitios a partir de su legado para el campo de la literatura; “A cien años del natalicio de Julio Cortázar” y “Queremos tanto a Cortázar”, los cuales permiten adentrarnos a la vida y obra de este Maestro del cuento y la novela corta. Razones que nos permiten rendirle homenaje a través de Red ILCE.
"escribía largos pasajes sin tener la menor idea de dónde se iban a ubicar y a que respondían en el fondo (...)
Fue una especie de inventar en el mismo momento de escribir, sin adelantarme nunca a lo que yo podía ver en ese momento".
– aseguraba el mismo J. Cortázar.
Considerado como uno de los escritores más innovadores y originales de su tiempo, por su maestría en la forma de relatar, por su prosa poética y la narración breve; creador de importantes novelas que inauguraron una forma novedosa de hacer literatura en Latinoamérica, rompiendo las estructuras clásicas por medio de narraciones que escapan de la línea temporal y donde los personajes adquieren autonomía y profundidad psicológica pocas veces abordadas hasta entonces.
Su lectura no sólo es obligada, sino también gozosa; bajo el seudónimo de Julio Denis publicó su primer poemario: Presencia. Y entre su Casa Tomada, Bestiario, Rayuela y Final del Juego; daba Instrucciones para llorar, algunas para cantar o para subir una escalera.
La triada conformada por J. J. Arreola, J. L. Borges y J. Cortázar, son conocidos como el ABC de la literatura latinoamericana, por ser los tres grandes representantes literarios de lo fantástico, así como del buen escribir, lo conciso de la metáfora y de los juegos imaginarios.
[Para él,] "escribir era jugar, divertirse, organizar la vida, las palabras, las ideas con la arbitrariedad, la libertad, la fantasía y la irresponsabilidad con que lo hacen los niños o los locos. Pero jugando de este modo la obra de Cortázar abrió puertas inéditas, llegó a mostrar unos fondos desconocidos de la condición humana y a rozar lo trascendente, algo que seguramente él nunca se propuso. No es casual (…) que la más ambiciosa de sus novelas tuviera como título Rayuela, un juego de niños".
- La referencia pertenecía ni más ni menos que al maestro Mario Vargas Llosa.
Fue galardonado con el Premio Médicis Extranjero en 1974; además del Premio Konex de Honor: Letras, en 1984. Del gobierno de Nicaragua, recibió la Orden Rubén Darío de la Independencia Cultural en 1983. La Universidad de Guadalajara (México), inauguró la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar (1994). En su honor se han nombrado calles, plazas, avenidas, instituciones educativas en diferentes países de América Latina, así como otorgado múltiples reconocimientos por su trayectoria literaria.
Con el propósito de crear una colección especial: Biblioteca Cortázar, la editorial Alfaguara inició en 1986 la publicación de las obras completas de Julio Cortázar, incluyendo las inéditas.
2004, fue declarado por el país argentino como el Año Internacional de Julio Cortázar.
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- ¿Sabes qué papel juega el jazz en El Perseguidor de Julio Cortázar? Te invitamos a escuchar el Capítulo 1. Julio Cortázar del Club de Jóvenes Lectores para encontrar la respuesta a nuestra interrogante.
- No, no y no. Escuchemos estos Textos con voz propia de Julio.
"Piensa en esto, cuando te regalan un reloj te regalan algo que es tuyo pero que no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan la tendencia a comparar un reloj con los demás relojes, … no te regalan un reloj, tú eres el regalado".
- J. Cortázar