Las
mujeres saben escribir poesía, inventar cuentos, relatar crónicas
y tejer novelas. Además lo hacen con compromiso y con pasión;
con ternura y con una visión del mundo que nos lleva a pensar
en el lado humano de los hechos.
No importa si lo narrado pertenece al mundo real o al imaginario,
siempre es tratado como algo íntimo, personal, como una oportunidad
para reflexionar sobre sentimientos y valores como la justicia y la
solidaridad, el amor y el abandono.
Los
invitamos a leer.