José Ortega y Gasset (1883-1955)

Filósofo y ensayista, uno de los humanistas más relevantes del siglo XX.
Nació el 9 de mayo de 1883 en Madrid. Doctor en Filosofía y Letras. Posteriormente, estudió en Alemania. En 1914 publicó Meditaciones del Quijote, donde plasmó los grandes trazos de su primer pensamiento filosófico y sus reflexiones sobre el hecho artístico (ampliadas en 1925 con la publicación de La deshumanización del arte). A comienzos de la década de los veinte sus escritos se abocaron al estudio de la sociedad de masas, a esta etapa pertenecen las obras filosóficas: España invertebrada (1921), El tema de nuestro tiempo (1923) y su título más destacado y de mayor trascendencia, La rebelión de las masas (1930). Ortega y Gasset publicó también numerosos comentarios y artículos en periódicos a los que se sintió muy ligado: El Imparcial y El Sol. Fue, asimismo, fundador de las revistas España (publicada desde 1915 hasta 1924) y Revista de Occidente (de carácter mensual; su primer título apareció en julio de 1923 y el último en junio de 1936), que sirvieron para difundir las tendencias filosóficas y culturales del primer cuarto del siglo XX, principalmente las de procedencia alemana y las obras de españoles (como los hermanos Manuel y Antonio Machado, o jóvenes poetas que formarían la generación del 27). Sus comentarios en periódicos y revistas fueron recopilados en El Espectador (8 vols.,1916-1934). Creó el grupo político, "Agrupación al Servicio de la República", en el que también militaron Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala con los cuales firmó el denominado Manifiesto de los Intelectuales, favorable al advenimiento del régimen republicano. Tras el estallido de la Guerra Civil en 1936, Ortega abandonó España. Residió en Francia, Países Bajos, Argentina y Portugal, y no regresó a su país hasta 1945. sobre Europa (1957), El hombre y la gente (1957) y Qué es filosofía (1958). En 1978 se constituyó la Fundación Ortega y Gasset para la difusión de su pensamiento y de su obra. Murió en 1955.

Los textos de este filósofo se caracterizan por una reflexión profunda y puntual. Su reflexión sobre la España del principio del siglo XX, nos parece pertinente como ejemplo de la prosa inteligente de este gran escritor y filósofo:

Una fiesta de paz
Publicado en El Imparcial, 5 de agosto 1909.
(fragmentos)

Hay un gran dolor sobre España. Ese dolor de recogerse, sin que se pierda una gota, piadosamente en los corazones fieles, puros y orientados hacia un porvenir inequívoco de precisión y de energía. La inquietud y las emociones interinas pasarán dejando una huella luminosa de serenidad y severidad. Llegará la sazón para el juicio libre. Entretanto, hablemos de una gran fiesta de paz que celebra Alemania estos días con motivo del quinto centenario de la Universidad de Leipzig.

(...)

Si el órgano de la guerra es, en apariencia, el ejército, el órgano de la paz es, sin disputa, la Universidad; de esa paz, repito, que coexiste con las mayores convulsiones y las atraviesa sin quebranto, sin solución de continuidad. Puede decirse, sin peligro de error, que tanto de paz hay en un Estado cuanto hay de Universidad; y sólo donde hay algo de Universidad hay algo de paz.


Lo que a esa corporación preocupaba era precisamente lo que no importaba a nadie particularmente: le interesaba lo que carece de interés para el individuo, lo inútil. ¿Hay nada más inútil en tiempo de guerra que pensamientos de paz? Pues desde el punto de vista intelectual, la vida es siempre una guerra. "Yo he sido un combatiente/Y esto quiere decir que he sido/un hombre", cantaba Goethe. La paz no es útil para el individuo porque el jamás estará en paz y en contento. La paz no es real ni lo será, no existe ni existirá. La paz es el nombre que damos al tiempo psíquico en que nos ocupamos de la justicia absoluta, de la verdad, de la belleza. Ahora bien, ninguna de estas cosas existirán nunca en la realidad. Por eso las llamarnos ideales: no hay otra paz que la paz de los corazones.

(...)

Y en tanto, en nuestra Universidad fantasma la sombra de un profesor pasa lista sañudamente a las sombras de unos estudiantes.